La bombilla
incandescente tradicional dicen que consume mucha energía y con ello aumentamos
las emisiones de CO2 y que si el
calentamiento global y patatín y patatán. ¿Solución?
Eliminarlas y plagar el mercado de lámparas de bajo consumo que ahorran energía.
Pero… ¿Cuánto
se ahorra? Y lo más importante ¿dejamos de contaminar?
La lámpara
incandescente tiene un consumo cuatro veces mayor que una de bajo consumo, es
cierto sin embargo da su rendimiento al 100% nada mas encenderla, mientras en
las de bajo consumo al conectarlas y hasta pasados unos minutos dan una
cantidad de luz muy inferior a lo que se espera, muchas veces cuando empiezan a dar el total de
su luz ya no las necesitamos, caso de pasillos y escaleras. También dicen de
las lámparas de bajo consumo, tienen mayor duración que las tradicionales. “eso dicen”
pero en la realidad cuando las lámparas de bajo consumo, tienen ciclos frecuentes de encendido y apagado, su vida no se aproxima para nada a lo que se
espera de ellas, siendo a veces su vida
muy similar a la incandescente.
Desmontemos
una bombilla incandescente ¿Qué nos encontraremos? Pues bien poco, unos trozos
de cristal, un pedazo de latón del casquillo y un pequeño filamento metálico, todo
ello fácilmente reciclable y poco contaminante.
Una lámpara
de bajo consumo además de fluor, plásticos y componentes electrónicos de todo
tipo lleva unos miligramos de mercurio capaces de contaminar miles de litros de
agua si llegase el caso y si se rompe en casa, caso probable y común, y no
tomamos de inmediato medidas para ventilar y limpiar, estaremos respirando vapores de mercurio, uno
de los contaminantes mas tóxicos y que pueden provocar serias enfermedades
crónicas.
Cada dia que
pasa se desechan millones de lámparas de las cuales el 80 % no se reciclan de
forma correcta contaminando con mercurio a sus usuarios así como terrenos y
hasta acuíferos.
Para más
información vean este documental, que no
es de individuos alarmistas ni ciencia ficción, sino emitido en televisión española:
Esperemos
que la “iluminación led” evolucione y se abarate lo suficiente para dar un paso
eficaz en el ahorro energético sostenible.
Mientras tanto si hacen uso de lámparas de bajo consumo
fluorescentes, háganlo, pero con
responsabilidad y con conciencia a la hora de desecharlas.